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lunes, 25 de junio de 2012


LOS ANTEOJOS DEL MUSEO DEL PRADO
Jesús Espinosa Galaviz

El arte siempre ha estado presente desde los inicios de la humanidad. Su origen puede estar en la hermosa naturaleza que nos rodea, el afán de preservar algo valioso o bien simplemente por el gusto de hacerlo. En lo personal visitar los museos es casi un evento religioso. Desde los hermosos museos de mi Zacatecas querido como el museo de arte religioso en Guadalupe, el museo de Pedro Coronel con sus colecciones monumentales y el museo de Rafael Coronel, el museo de las máscaras, hasta el imponente Museo de Antropología e Historia en la ciudad de México siempre han sido motivo de gozo y contemplación para mis ojos. Por eso cuando visite España, era importantísimo visitar el Museo del Prado. No es posible ver adecuadamente el caudal de obras de dicho museo en una sola visita. Aquello fue una fiesta para mis ojos, nunca había visto tal cantidad de arte reunida, tantos Murillo, tantos Velázquez, tantos Greco.
Sin embargo, al voltear en una de las salas me encontré con una pintura llamada “San Jerónimo leyendo una carta” en donde el santo esta utilizando unos anteojos. Entonces me puse a buscar las pinturas que mostraran personajes usando anteojos. A reserva de que existan más en el museo, estos son los que encontré.

San Jerónimo

A San Jerónimo se le considera el patrón de los hombres de letras y el estudio. Existen por lo menos tres pinturas con lentes de él. La primera se denomina “San Jerónimo leyendo una carta” pintura en óleo sobre tela realizada por el pintor francés Georges de la Tour entre 1610 y 1630. En dicha obra, San Jerónimo es representado como un anciano cardenal que, fatigada la vista por su avanzada edad se vale de unos anteojos para leer. Es una obra excelentemente detallada sobre todo en el rostro y en la carta que sostiene.
La siguiente obra de San Jerónimo es Marinus Claeszon van Reymesaele, óleo sobre tabla pintada en 1547.
San Jerónimo, con hábito rojo, está sentado delante de una mesa, señalando la calavera, su atributo habitual, que ilustra las reflexiones del santo sobre la vanidad de la vida. Sobre el atril hay un libro abierto por una página que muestra el Juicio Final, en alusión a las meditaciones sobre el fin de la existencia terrena por parte del santo. En la mesa y debajo de la Biblia se observa una lupa en un estuche abierto.
Quintin Jan Massys también de la escuela flamenca muestra a San Jerónimo señalando una imagen del Juicio Final así como una calavera sobre la mesa. Se pueden observar unos lentes con un estuche posiblemente de cuero, entre la calavera y el candelabro.
Continuando con la escuela Flamenca tenemos una obra de Jan Sanders van Hemessen llamado “El Cirujano” una obra que se cree era una burla de charlatanes donde se ven un documento, posiblemente un permiso para ejercer, así como instrumental y otro paciente que esta en la espera de consulta. Esta obra es un óleo sobre tabla y fue pintada entre 1550 y 1555. En la siguiente página veremos un panorama general de dicha obra así como el detalle donde se observan los anteojos.

 

Murillo


Bartolomé Esteban Murillo fue considerado durante mucho tiempo el artista español más estimado de Europa. La mayor parte de su vida la paso en Sevilla, ciudad que solo abandonó unos meses para viajar a la corte. En las obras visitadas se puede observar el cuadro denominado “La fundación de Santa María Maggiore de Roma. II: El patricio revela su sueño al papa Liberio” es un óleo sobre lienzo y se pinto entre 1662 y 1665. Esta obra fue encargada a Murillo para la decoración de Santa María la Blanca de Sevilla que anteriormente había sido una sinagoga medieval y reconstruida como iglesia cristiana. Dichas obras fueron descolgadas de su emplazamiento original durante la ocupación francesa y destinadas al museo Napoleón de París donde estuvieron hasta 1816. En esta obra se observa a un prelado a la izquierda del papa que sostiene un bastón con su mano derecha y unos anteojos con su mano izquierda suponiendo que era hipermétrope. Se muestra la obra junto con el detalle.


Francisco de Herrera, El Viejo

A lo largo del siglo XVI Sevilla se convirtió en el principal puerto de Europa y en el principal centro económico, social y cultural de España. Esto hizo que la pintura sevillana floreciera donde además se controlaban las expresiones dogmáticas cristianas. Entre estos autores destacó Francisco de Herrera, El Viejo, cuyo cuadro llamado “San Buenaventura recibe el hábito de san Francisco” fue pintado en 1628. Es un óleo sobre lienzo y que representa el ingreso del santo a la orden en presencia del propio San Francisco. En esta obra se observa un monje a la extrema izquierda que usa anteojos no pudiendo apreciarse si son positivos o negativos aunque es de esperarse que hayan sido positivos.

Finalmente, y aunque no trae anteojos, quiero referirme a una pintura de Diego Velázquez. Diego Velázquez tiene una serie de pinturas de las denominadas “gentes de placer” que se refería bufones, enanos, locos, personas con alguna deformidad que acompañaron a nobles y reyes españoles desde prácticamente el reinado de los Reyes Católicos hasta comienzos del siglo XVIII. La obra a la que refiero es la denominada “El bufón Calabacillas” Dicho personaje presenta un estrabismo del ojo derecho, en donde con detalle se observa una elevación de dicho ojo, por lo que podríamos deducir de una endotropia congénita y una posible DVD.

Es increíble la cantidad de obras maestras que guarda el museo Del Prado. Considero que debe haber más obras con personajes con anteojos sin embargo espero que esto sirva de pretexto para otra visita. Más adelante nos referiremos también a otro ilustre maestro de este museo.
Ustedes pueden ver estas y todas las obras del Museo del Prado en el siguiente link: http://www.museodelprado.es/coleccion/galeria-on-line/
Referencias:
1. Museo Nacional Del Prado; La Guía del Prado; Tercera edición revisada, enero 2011: España

1 comentario:

Blogtometría dijo...

El arte es testigo y a la vez maestro. Muestra aspectos que a la historia se le van, no por desdén, sino por relevancia de la época supongo.

Interesantes pues las observaciones y referencias a nuesrta profesión. Así se vuelve uno, ya hace tiempo que no veo ojos tapatíos, nomás me dedico a ver otros, endos, exos, miopes, etc. jaja

Un gran abrazo.

PD Ya ponle Suscripción a esto amigo.